LAS VISITAS
Continuando
con el Libro, llegamos a las visitas que hacen los abades al Priorato. Han
quedado registradas un total de doce Actas, la primera, fechada el veintinueve de
junio de 1758 y la última, con fecha de diez de mayo de 1804. Aunque las
visitas consignadas en el libro acaban en 1804, el Priorato siguió existiendo,
como lo demuestra el Libro de Cuentas, Rentas y Granos del Archivo Histórico
Nacional, que registra sus partidas hasta el ocho de noviembre de 1835, día en
que se produjo la exclaustración definitiva de San Pedro de Arlanza (no
obstante, hubo dos exclaustraciones anteriores con motivo de la guerra de la
independencia y por decreto de José Bonaparte, de las que hablaremos más
adelante).
Transcribir
las doce visitas literalmente, sería aburrido y repetitivo, por cuanto la
mayoría de los temas tratados se repiten en todas ellas, pero sí destacaremos
aquellos que diferencian a una de otra y transcribiremos las partes más
interesantes. No obstante os transcribo la primera íntegramente, por tres
motivos. Primero, para que podáis ver como son; segundo, por la categoría del
abad que la realiza, que es uno de los monjes más relevantes de Arlanza: fray
Benito Montejo, natural de Guinicio (Burgos), tomó el hábito en Arlanza el 6 de
abril de 1738. Entre otros muchos cargos, fue tres veces Abad de Arlanza
(1757-61, 1765-69, 1773-77); Definidor General (1769-73); Abad de Oviedo
(1781-85); Cronista general de la Congregación de Valladolid (1785-94) y Académico
de la Real Academia de la Historia desde el 17 de agosto de 1770. Murió en
Montserrat de Madrid el 26 de agosto de 1796 ("Abadologio del Monasterio de San Pedro de Arlanza (siglos X-XIX)" de Ernesto Zaragoza Pascual).
En tercer lugar, porque en esta visita Montejo, da la orden de hacer constar en este libro, todas aquellas cosas importantes que afectan a este Priorato, al señorío de Santa Inés, y que nos van a permitir conocerlo.
En tercer lugar, porque en esta visita Montejo, da la orden de hacer constar en este libro, todas aquellas cosas importantes que afectan a este Priorato, al señorío de Santa Inés, y que nos van a permitir conocerlo.
Todas
las actas de visita presentan la misma estructura, que podemos resumir en tres
puntos principales:
· Una primera parte dedicada a la observancia
de la religión en los monjes que viven fuera de la Casa madre (observancia de
las leyes de la religión y el mantenimiento decoroso del oratorio)
· Una segunda parte que se ocupa del plano
económico, en la que se apela a las cuentas que debe hacer el Prior en su
administración (el correcto asentamiento de las cuentas, la prohibición de
prestar dinero a seglares…)
· Una tercera parte, dedicada a los problemas
propios del Priorato (vigilancia de las regalías que tiene el señorío, y los
problemas que en cada momento tiene: cultivos, reposición de cercas…)
Las
Constituciones de 1701 (Constituciones de la Congregación de San Benito de
Valladolid de 1701)), totalmente vigentes en este periodo, regulan la vida de
los monjes, tanto en lo espiritual, como en lo material. Así por ejemplo en el
Libro II, cap. XI hablan de la ocupación cotidiana y observancia monástica; el
cap. XIV de la pobreza monacal; el XV del voto de clausura… Son los abades en
sus visitas los encargados de velar porque estas normas se cumplan.
Para
la segunda parte de esta estructura, son también estas Constituciones las que
regulan la vida económica de los Monasterios y sus anejos, por ejemplo en el
capítulo XXXII, indican minuciosamente como han de hacerse las cuentas
generales de San Juan, y Navidad, de visitas y de todo el cuadrienio; en el
cap. XXXIV, dedicado a los Prioratos y anexos, podemos leer en lo referente a
este tema: En cada Priorato ordene el
abad los libros de cuentas que conviene haya, conforme a la hacienda, y
granjería, que hubiere en él, de manera que se pueda saber, y tomar cuenta de
lo que tiene el Priorato, y cómo, y en qué se gasta. Y en los Monasterios
principales haya también los mismos libros, que correspondan en todo a los que
hay en los Prioratos, para que por ellos se les tomen cuentas a los Priores: y
estos libros juntamente con los de la Casa se presentarán al Reverendísimo en
la visita que de ella hiciere, para que por ellos vea, como se administra la
hacienda de los Prioratos, y reconozca sus rentas.
En
cuanto a la tercera parte de estas actas, es la que recoge la preocupación de
los Abades por la administración del Priorato, sus carencias y problemas, y las
soluciones que se toman para su mejor administración y productividad.
En
esta primera acta, fray Benito Montejo se da cuenta que para una buena
administración de los priores, lo primero que tienen que conocer son los
derechos que el Monasterio ejerce sobre la villa, la solución que da se
concreta en una orden que el Prior cumple inmediatamente. Y es en esta orden
donde se encuentra la clave para que este simple libro de visitas se convierta
en un buen instrumento de conocimiento sobre el Priorato y la villa de Santa
Inés.
1ª
VISITA:
Visita
del Priorato de Santa Ynés del año de 1758
En
la villa de Santa Ynés a veintinueve días del mes de junio de mil setecientos y
cincuenta y ocho. Nuestro muy Reverendo Padre el Maestro fray Benito Montejo,
Maestro de la Religión de San Benito y Abad del Real Monasterio de San Pedro de
Arlanza, sus Prioratos y Anejos, habiendo visitado esta casa de administración
de la villa de Santa Ynés, que es de su señorío, por ante mí el infrascrito
secretario, ordenó lo siguiente:
Primeramente
ordena al Padre administrador, fray García Melgosa y a cualquier otro que le
suceda en el oficio, el que tenga presentes y observe con toda exactitud las
leyes de nuestra religión que hablan con los monjes que viven fuera de clausura
en prioratos, granjas u otras.
Item
que prosiga en tener con la decencia correspondiente el oratorio de esta casa,
y para ello le encarga el que con toda brevedad componga y aderece las albas
que están algo rotas y descompuestas.
Item
para evitar en lo futuro los inconvenientes que en nuestro monasterio se han
experimentado, por no tener sus administradores ajustadas sus cuentas con
personas seculares, manda su paternidad al Padre administrador que asiente con
toda claridad cualquiera partida de dinero u otra cosa que entregare dentro de
veinticuatro horas; y que liquide cuentas con todas las personas que las
tuviere dos veces cada año, por San Juan y Navidad.
Otrosí
reconviene su Paternidad al Padre Prior con la ley de nuestra religión que
prohíbe a sus monjes bajo graves penas el tener en poder de personas de fuera
de la religión alhajas, dinero u otra cualquiera cosa sin licencia expresa del
Prelado.
Así
mismo se prohíbe al Padre administrador el prestar dinero a secular alguno de
cualquiera condición y calidad que sea, exceptuando de esta regla únicamente a
los que suelan ser peones continuos en nuestra granjería, a los cuales se les
podrá prestar alguna cantidad corta, por modo de jornal adelantado.
Otrosí
se le encarga la vigilancia en que se conserven los fueros y regalías que
nuestro Monasterio tiene en esta villa así por título del señorío como por
cualquiera otro y que en caso necesario nos de aviso para tomar las
providencias necesarias.
Y
para que cualquiera monje que entre en esta administración, tenga las noticias
y conocimiento que corresponde, se le ordena al Padre Prior que haga una
memoria exacta y legal de las regalías, aprovechamientos, usos y otras cosas
favorables al Priorato, al Monasterio y sus Abades, la cual pondrá hacia el
remate de este libro, para que así conste de toda.
Así
lo proveyó, ordenó y mandó su Paternidad en esta su casa de Santa Ynés dicho
día, mes y año, por ante mí el infrascrito secretario de visita de que doy fe.
El
acta está firmada y rubricada por fray Benito Montejo como Abad de Arlanza y
fray Fulgencio Ramos como secretario.