La gallina ciega. Goya (Museo del Prado) |
Estos juegos de los
que vamos a hablar, eran propios de los niños hasta los 11 o 12 años, se compartían entre chicos y chicas. Algunos son muy
antiguos y es imposible rastrear su origen, como las diferentes variedades del “escondite”,
pero otros podríamos datarlos alrededor de la segunda mitad del siglo XX, como
el de “Campo y medio”. Hay juegos como el de saltar a la cuerda que no voy a describir aquí, pero en el cancionero encontraréis algunas de las canciones, como la que dice: "al pasar la barca me dijo el barquero..." No obstante, todos se siguen practicando en muchos
pueblos entre los pequeños. Espero que os traigan gratos recuerdos, eso sí, os
recuerdo que los nombres pueden variar de unas zonas a otras, tal vez vosotros
los denominéis de otra forma, pero seguro que todos los que hemos jugado alguna
vez en la calle los hemos practicado.
EL JUEGO DEL BOTE
Se necesita un bote
de conserva grande al que se le meten unas cuantas piedras y se le aplasta la
parte abierta para que no se salgan. Uno de los jugadores se queda de guardián
del bote mientras los demás se esconden. Antes uno da una patada al bote para
lanzarlo cuanto más lejos mejor, porque así hay más tiempo para esconderse. El
guardián recoge el bote y lo trae al lugar asignado y empieza a buscar a los
escondidos. Cuando encuentra a alguien debe correr hacia el bote y cogiéndolo
lo hace sonar diciendo: “bote, bote, por fulanito”. Así hasta que encuentra a
todos y entonces será el guardián el primero que ha sido encontrado. Pero si
uno de los escondidos sale corriendo y llega al bote antes que el guardián da
una patada al bote salvando a todos los compañeros localizados y el juego
comienza de nuevo.
TRES NAVIOS EN UN MAR
Se trata de otra
forma de jugar al escondite, en equipos. Los jugadores se dividen en dos
grupos, ya sea mediante una rifa (normalmente se hace así) o de manera
aleatoria. Existe una rifa típica para este juego: “UNA, DOLE, TELE, CATOLE,
QUILA, QUILETE, ESTABA LA REINA EN SU GABINETE, VINO GIL, APAGÓ EL CANDIL,
CANDIL, CANDILÓN, JUSTICIA Y LADRÓN”. Al que le corresponde justicia forma un
grupo y al que le toca ladrón otro y, como es lógico, los primeros que se
esconden son los ladrones y los justicia son los que le buscan.
Lo identificativo
del juego es que cuando el grupo está escondido grita: “tres navíos en un mar”
y el otro sale en su busca, mientras dice: “y otros tres en busca van”. La
habilidad consiste en buscarse un sitio lo más original posible para esconderse,
porque si tras un tiempo prudencial, no les encuentran salen del escondite y
tienen la posibilidad de esconderse otra vez. En cambio, si les encuentran, los
papeles se invierten.
TRUCUMÉ
4
|
3
|
5
|
2
|
6
|
1
|
Se juega con tejo
(piedra, trozo de teja…). Primero se dibuja la tabla en el suelo (normalmente
con un palo o sino con el pie), tiene seis casillas
que se numeran. Se
desliza el tejo con cuidado de no pisar la raya porque de ser así pierdes. Después,
a pata coja se va empujando el tejo de cuadro en cuadro con el pie, pero
siempre sin pisar la raya (ni con el tejo, ni con el pie), hasta que llegas al
6. A continuación tiras el tejo al 2 y así sucesivamente.
El AVIÓN
7
|
8
|
|||||||
6
|
||||||||
4
|
5
|
|||||||
3
|
||||||||
2
|
||||||||
1
|
||||||||
Es similar al
anterior. También se empieza en el número 1, tirando el tejo con cuidado de no
pisar las rayas. En este de lo que se trata es de ir saltando a la pata coja
sin tejo, en el 2 y en el 3; en el 4 y el 5 se posan los dos pies; en el 6, a
pata coja; en el 7 y el 8 se vuelven a posar los pies, de un salto das la
vuelta y el recorrido se hace en sentido inverso hasta llegar al dos, como aquí
estás a pata coja has de coger el tejo que está en el 1 sin posar el otro pie.
Sales fuera y vuelves a empezar pero lanzando el tejo al 2 y así hasta llegar
al 8. Si en una de las tiradas no llegas al número que te toca al lanzar el
tejo, o pisas la raya pierdes. Lo mismo que si en el recorrido pisas una raya
con los pies.
CAMPO Y MEDIO
Grupo A
____________
Grupo B
____________
Grupo A
Este juego tuvo su esplendor
en los años sesenta y los setenta, tanto en pueblos como en ciudades. Aún se
practica en algunos pueblos.
Solo se necesita un
balón y dos grupos de jugadores. Se marca el campo. Los jugadores del grupo A
se reparten en sus dos zonas y los del grupo B se colocan todos dentro. Los del
grupo A tienen que lanzar el balón intentando dar a los jugadores del B sin que
estos lleguen a cogerlo. Si lo cogen se salvan y si no quedan eliminados; así
se sigue hasta que no queda ningún jugador dentro del campo y entonces cambian los
grupos la posición del juego.
Una variante de
este juego es la denominada:
“CAMPOS
QUEMADOS”:
Prisioneros Grupo B
_________________
Grupo A
_________________
Grupo B
_________________
Prisioneros Grupo A
En este juego
también hay dos grupos, pero en cada campo hay un espacio para prisioneros.
Comienza el juego lanzando el balón uno de los integrantes del grupo A, si
consigue dar a alguien del grupo B, sin que coja el balón, lo apresa y pasa a
su campo de prisioneros. Si alguien de su grupo consigue pasarle el balón,
puede tirar desde su prisión a alguien del grupo A y si le da sin que éste coja
el balón, él se salva y el tocado pasa a ser prisionero del grupo B. Se acaba
el juego cuando todos los jugadores de un grupo han sido hechos prisioneros.
PIM-PIM
Este juego se
jugaba con los más pequeños de la casa. Se trataba de ir poniendo las manos,
con el torso hacia abajo, una encima de otra mientras se cantaba la canción:
pim-pim, zarramaca pim, la meca, la meca, la tortilleja, tengo un mozo que sabe
arar, retajar, dar la vuelta a la redonda, esa mano que se esconda (se esconden
las manos a la espalda), el que enseñe los dientes, palas calientes; el que
enseñe las muelas, palos en ellas.
El que se reía
perdía. Pero para los más pequeñines, esto era lo más difícil, así que casi
siempre perdían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario